El turismo litoral reconoce en Galicia un escenario privilegiado, con mil quinientos kilómetros de extensión y alrededor de setecientas playas y calas. A Coruña, Ribadeo, O Grove y otros municipios acogen algunas de las más visitadas de la CC.AA, incluso sin estar físicamente conectadas a ella. Así ocurre con Rodas, una de las mejores playas Islas Cíes.
La considerada mejor playa del mundo para el periódico The Guardian es un pequeño arenal situado entre las islas de Monteagudo y do Faro. Además de su peculiar localización, se distingue por sus aguas turquesas, arenas blancas y naturaleza circundante, dominada con dunas y pinares. Otras playas de renombre en las Cíes son Figueiras, Bolos y Nosa Señora.
Con formaciones rocosas únicas en el mundo, la playa de Las Catedrales en Ribadeo presenta una imagen de postal, con arcos de piedra y otras rarezas geológicas. Debido a su éxito turístico, este monumento natural debe visitarse a primera hora de la mañana, para evitar las aglomeraciones que imperan el resto del día.
Con dos kilómetros de longitud, las orillas de A Lanzada son un destino habitual de los amantes del turismo de sol y playa. Este arenal de O Grove está equipado con duchas, accesos para discapacitados y otros servicios de primera nivel, habiendo recibido la Bandera Azul en numerosas ocasiones.
La de Carnota, en la costa coruñesa, alcanzó triste fama cuando el petrolero Prestige se hundió en la costa gallega a principios de siglo. Esta playa, pese a ser una de las afectadas por el suceso, ha recuperado hoy su anterior belleza. Posee siete kilómetros de longitud y sus aguas son idóneas para la práctica del surf.
En el Parque Natural de Corrubedo, la playa de Vilar recibe una afluencia notable de turistas, atraídos por la calidad de sus arenas, las dunas cercanas —que además son las mayores de Galicia— o el mirador de Castrocidá, entre otros reclamos.