El cuidado profesional que respeta la forma natural de tu cabello

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Durante décadas, el pelo con bucles, rizos y espirales fue el pariente pobre de la peluquería convencional, relegado a soluciones temporales y, seamos sinceros, a métodos que solo conseguían domar la melena a base de productos agresivos y mucho, mucho calor. Parecía que el único objetivo era alisar la textura natural, condenando a miles de personas a una eterna batalla contra el frizz y el volumen indeseado. Afortunadamente, esa era ha terminado. Hay un movimiento estético y cultural que celebra la curvatura natural, y encontrar una peluquería pelo rizado en Bertamiráns que entienda esta filosofía es dar con el santo grial del cuidado capilar. Estamos en la era del orgullo rizado, y el secreto de este renacimiento es la aplicación rigurosa de una filosofía de cuidado llamada el Método Curly.

El Método Curly no es una moda pasajera; es una verdadera revolución en la forma de lavar, cortar y estilizar las melenas con ondas o rizos. Se basa en una premisa fundamental: el cabello rizado es estructuralmente más seco que el liso, ya que los aceites naturales del cuero cabelludo tienen más dificultad para recorrer la espiral. Por lo tanto, necesita una hidratación máxima y, sobre todo, cero agentes que lo resequen o lo cubran con una capa artificial. Aquí es donde entra en juego la importancia de los productos sin sulfatos ni siliconas. Los sulfatos son detergentes agresivos que arrastran los aceites naturales y deshidratan la hebra, mientras que las siliconas no solubles en agua crean una capa plástica que evita la penetración de la hidratación. Un buen especialista conoce las fórmulas que nutren la cutícula en lugar de agredirla, utilizando limpiadores suaves (low-poo) o co-lavados, y acondicionadores repletos de aceites y mantecas que sellan la humedad.

Una vez que hemos abrazado el no-poo o el low-poo, la técnica de corte se convierte en el siguiente pilar de la transformación. El corte en seco es vital para mantener la forma perfecta de tu cabello rizado, porque, ¿quién no se ha llevado alguna vez la sorpresa de ver su melena encogerse diez centímetros después de mojarla? Un estilista experto en rizos jamás cortará el pelo mojado y estirado. Lo corta rizo por rizo, en su estado natural y seco, viendo exactamente dónde cae cada espiral y cómo se comportará una vez finalizado el peinado. Este método permite construir una forma que armoniza con la caída natural de los bucles, asegurando que el volumen se distribuya de manera uniforme y que los rizos se vean definidos desde la raíz hasta la punta, evitando ese efecto piramidal que nadie desea. Es un arte que requiere una paciencia y una visión espacial que solo la especialización puede otorgar.

El verdadero juego se gana en la fase de definición, donde se utilizan técnicas especializadas que maximizan la formación del rizo. Aquí es donde la magia ocurre, y donde el scrunch se corona como técnica estrella. Después de aplicar un activador de rizos o un gel fijador sin alcohol, esta técnica consiste en estrujar suavemente el cabello de abajo hacia arriba, empujando el rizo hacia la raíz y ayudándole a formar su patrón natural. Se realiza con la cabeza inclinada y con las manos o con la ayuda de un tejido de microfibra. Pero si buscas una definición superior, el plopping es la técnica favorita de las expertas en rizos. Consiste en envolver el cabello recién lavado y húmedo en una toalla de microfibra o una camiseta vieja de algodón, atándolo en la coronilla como un turbante. Al plopear, se absorbe el exceso de agua sin generar fricción (que es lo que causa el frizz) y se comprime la forma del rizo, dejándolo intacto y preparado para secar con más definición y menos encogimiento.

El objetivo final de esta filosofía es hacer un llamado a abrazar la textura natural con confianza, dejando de luchar contra la genética. Una melena rizada bien cuidada, hidratada y cortada profesionalmente es una declaración de intenciones: es volumen, es movimiento y es una personalidad única. Los días de intentar ser algo que no eres han terminado; ahora toca encontrar a esos expertos que saben cómo potenciar la espectacularidad de tu espiral.