El turismo itinerante es un fenómeno en Asturias, y destinos como Taramundi ayudan a entender por qué. Esta villa adyacente a la provincia de Lugo contiene todos los ingredientes que suelen entusiasmar al público autocaravanista, incluyendo áreas y servicios dedicados. Por su peculiar arquitectura y entramado de calles, viajar en caravanas asturias es como retroceder en el tiempo hasta una época de hórreos, molinos y castros milenarios.
Las carreteras de Taramundi discurren entre ríos, sierras, bosques, puentes de piedra y aldeas rodeadas de verdor. Las aguas de alta montaña del Turía y el Cabreira fluyen por sus cuatro puntos cardinales, justificando la presencia de los molinos que salpican el territorio. De hecho, los viajeros podrán satisfacer sus curiosidades en el Museo Molinos Mazonovo, situado en este municipio.
Taramundi está abierta al turismo itinerante, y la prueba son las dos áreas de servicio y pernocta que acoge en su villa: una en el Parque de Empresas de Taramundi y otra en su mismo núcleo urbano. Ambas están equipadas con agua potable, vaciado de aguas grises o WiFi gratuito.
Las zonas de servicio de Taramundi son un buen punto de partida para descubrir las cuchillerías que dan renombre internacional al concejo. Destaca especialmente la de Taramundi, ubicada en la Casa Museo de la Cuchillería Tradicional de Taramundi.
Además, esta villa forma parte de la Ruta del Agua, junto con Veigas, Mazonovo, Teixois y Esquios. También acoge la llamada Ruta de los Molinos, perfecta para los amantes del trekking.
Cerca del concejo se ubican otros destinos populares entre los autocaravanistas, como Tazones, a un par de horas en coche de Taramundi y a media de Gijón. Por su parte, Castropol acoge maravillas como el Puente de los Santos, la Reserva Natural Parcial de la Ría del Eo y otras atracciones de interés para estos viajeros.