El máximo anual es un concepto que genera dudas y equívocos entre los usuarios del sector seguros. En general figura como «límite máximo anual» y se refiere no a la duración del contrato, sino al monto anual que las compañías están dispuestas pagar por los tratamientos requeridos por el cliente. Por tanto, al decidir cual es el mejor seguro dental, los máximos anuales afectan a la disponibilidad de las prestaciones.
En concreto, el máximo anual es el límite de gasto que las aseguradoras están dispuestas a asumir en pago por los servicios y tratamientos solicitados por el cliente. Superado este monto, todos los costes dentales recaen sobre el usuario. Por ejemplo, si el máximo anual está fijado en dos mil euros y los gastos dentales exceden ese techo en cien euros, dicha cantidad correrá a cargo del cliente.
Generalmente, esta cláusula armoniza con las necesidades del cliente, no ocasionando mayores conflictos. Además, cada temporada se establecen nuevos máximos anuales que el cliente podrá renegociar antes de poner su firma al pie del contrato.
Además, solo una parte de las coberturas dentales está sometida a un máximo anual. Pero ¿qué servicios suelen presentar esta condición? Con frecuencia, las cirugías orales, la extracción de muelas y otras piezas dentales o el empastado de caries está limitado a un máximo anual.
Este concepto no debe confundirse con el de máximo deducible, definible como los gastos abonados por el asegurado antes de que las coberturas del seguro se apliquen. Otros términos que generan confusión entre los usuarios son el coseguro (que implica el reparto costes médicos entre la compañía y su cliente, compartiendo el riesgo a cambio de una prima más competitiva) y el copago (por el cual el asegurado abona una cantidad fija cada vez que solicita un tratamiento o diagnóstico dental).