Aunque el chocolate artesanal haya sobrevivido a la industrialización, los derivados del cacao más consumidos siguen procediendo de marcas especializadas, como Lindt, Cailler, Valor o Suchard. Conocerlas a fondo antes de comprar cobertura chocolate negro, tabletas o bombones es útil.
No hay dos chocolates iguales, y un buen ejemplo es Valrhona, denominada originalmente Chocolaterie du Vivarais. La preocupación por la calidad y originalidad de sus productos ha sido una constante desde sus comienzos en el departamento francés de Ardèche. Su catálogo incluye bombones, tabletas y hasta filigranas y transfers de chocolate con fines decorativos.
Por su parte, Chocolates Eureka es considerada la fábrica chocolatera más antigua de España. Se fundó a mediados del siglo diecinueve en Pinto, y fue adquirida por Eureka un siglo más tarde. Sus productos se distingue por su carácter artesanal, con procesos de fabricación que siguen estando a la vanguardia de su sector.
Otra de las marcas referenciales del mercado es la suiza Lindt & Sprüngli, más conocida como Lindt a secas. Cerca de dos siglos de historia descansan sobre este fabricante, que comenzó su andadura en una pastelería de Zurich. Su cartera de productos pasa por ser una de las más completas, con variedades de chocolate negro, blanco, rosa, con frutas, con alcohol, etcétera.
Dentro de los pesos pesados de la industria chocolatera no podría faltar Suchard, pionera en la comercialización de turrón en España. Su historia comienza en Suiza, de la mano de Philippe Suchard. Hoy elabora tabletas de chocolate con un alto porcentaje de cacao puro, además del preciado turrón navideño.
Menos conocidas para el consumidor patrio son Cailler y Baker’s. La primera fue creada por el suizo Francois-Louis Cailler y fabrica productos de alta gama. Baker’s, en cambio, se dirige a un público más amplio, pero sus creaciones chocolateras son famosas solo en Estados Unidos.